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Capítulo 7

EVOLUCIÓN

Blancpain replantea dos movimientos fundamentales.

Autores del capítulo

JEFFREY S. KINGSTON

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JEFFREY S. KINGSTON
EVOLUCIÓN
EVOLUCIÓN
Número 17 Capítulo 7
EVOLUCIÓN

La misma AMBICIÓN que condujo a la creación de nuevos movimientos presidió el trabajo de estas dos modernizaciones.

2006 fue un año clave en la historia de Blancpain. Ante una abarrotada sala llena de periodistas, detallistas y un selecto grupo de devotos admiradores de la marca, Marc A. Hayek presentó el primer movimiento íntegramente desarrollado bajo su liderazgo como CEO. Con sus tres barriletes, su volante de titanio dotado de tornillos de oro para la regulación de la inercia, rubíes extragrandes y ocho días de reserva de marcha, el nuevo calibre 13R0 propulsó a Blancpain a la cumbre de las innovaciones relojeras revolucionarias. La década siguiente fue testigo de lo que hemos bautizado como “desfile de nuevos movimientos”. En estos años, la Manufactura de Le Brassus ha demostrado su gran espíritu de inventiva con la creación de hasta 35 calibres de nueva generación.

En paralelo a estos ambiciosos esfuerzos, Blancpain ha centrado su atención en el replanteamiento de dos movimientos ya existentes: el calibre 953 para señora y el calibre 1150 para señora y caballero. La misma ambición que dio lugar al desfile de calibres de nueva generación y llevó a la firma a establecer nuevos estándares de diseño presidió el trabajo de estas dos modernizaciones.

El calibre 953, que con sus 21 milímetros de diámetro fue durante muchos años un elemento fundamental de la colección Blancpain para señora, ha experimentadouna actualización multidimensional. Efectivamente, se replantearon tantos elementos de su diseño que se decidió rebautizarlo como 913. De idéntico tamaño, el 913 se ha concebido como reemplazo directo del 953 y está destinado a equipar los mismos relojes.

Los cambios más importantes se realizaron en el órgano que determina la precisión del reloj, es decir, en el órgano regulador del movimiento compuesto por la espiral y el volante. Como en el resto de movimientos presentados en los últimos diez años, el 913 tiene un volante con tornillos de oro que permite una óptima regulación fina de la inercia. Este cambio presenta múltiples ventajas. Para comprender mejor la evolución de este diseño vale la pena recordar algunos aspectos básicos. El elemento central de la regulación de un reloj mecánico es el volante y una especie de mue-lle enrollado sumamente fino, conocido con el nombre de espiral, que se ata por sus extremidades al eje del volante y al pitón. Estos minúsculos elementos determinan la precisión del reloj. A cada “tic” del reloj, el volante recibe un impulso que lo hace girar. Dicha rotación está controlada por la espiral, que no solo impide que el volante gire más de 280 grados, sino que también lo hace girar en la dirección opuesta. Las propiedades de la espiral y la manera como este componente está sujeto son importantísimas para determinar la oscilación hacia delante y hacia atrás del volante. La regulación de las oscilaciones hacia un lado y hacia el otro, o el swing del volante, determina la precisión de la marcha de un reloj. Un volante espiral libre, como el del nuevo calibre 913, posee una espiral perfectamente atada por sus dos extremidades.

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LOS MOVIMIENTOS ESTÁN DOTADOS de espirales de silicio.

La alternativa a este sistema consiste en una espiral cuya extremidad exterior se posiciona en una raquette (raqueta), un pequeño brazo móvil que se coloca con dos clavijas en miniatura, una a cada lado de la extremidad exterior de la espiral. Cuando la raqueta se mueve, el cambio de la posición de las clavijas modifica la longitud activa de la espiral, lo que altera la marcha diaria. Para efectuar la regulación, el relojero debe imprimir una leve presión en el brazo de la raqueta a fin de moverla ligeramente para modificar la longitud activa de la espiral y alterar la marcha del reloj. El sistema de volante espiral libre del calibre 913 no solo es más resistente a los golpes porque no lleva raqueta, sino que también la ubicación fija de la extremidad exterior de la espiral permite que ésta se posicione de manera ideal, de modo que al desarrollarse mantenga una forma lo más cercana posible a un círculo centrado.

Para efectuar la regulación fina, en lugar de mover la raqueta y modificar la longitud activa de la espiral, el relojero ajusta cuatro tornillos de regulación de oro montados directamente en el volante. Al girar los tornillos hacia adentro o hacia fuera, el relojero altera la inercia del volante, lo que permite ajustar la marcha con precisión. Las vueltas de un patinador podrían ser una analogía perfecta. Todos hemos visto a los patinadores olímpicos empezar a girar con los brazos extendidos hacia fuera. A medida que ponen los brazos hacia adentro, reducen la inercia y giran cada vez más rápido. Este mismo principio físico se aplica al volante y a sus tornillos de regulación. Para acelerar la marcha, el relojero debe girar los tornillos hacia adentro; lo contrario disminuye la velocidad y ralentiza el funcionamiento. Y como la posición está determinada por los tornillos, que no se moverán en caso de golpe, la resistencia es muy superior a la de un sistema de raqueta.

Blancpain siempre está a la vanguardia del progreso, y lo demuestra una vez más al adoptar el silicio para la fabricación de la espiral, un componente vital del reloj. Como otros movimientos hechos en la casa, y de acuerdo con la práctica habitual adoptada por Blancpain, el calibre 913 está también dotado con una espiral de silicio. Durante décadas, la industria en general utilizó la aleación Nivarox, que se estableció como el material estándar para las espirales. En el momento de su introducción, Nivarox supuso un progreso tecnológico enorme que revolucionó las prestaciones técnicas de los relojes. No obstante, eso ya forma parte del pasado. Las espirales de silicio han permitido dar un salto cuantitativo y alcanzar un nivel de prestaciones indiscutiblemente superior al de sus predecesoras.

El silicio presenta muchas ventajas con respecto al Nivarox.

Para empezar, las espirales de silicio son antimagnéticas. Esto contrasta con la generación anterior de espirales metálicas. En el pasado, si una espiral se sometía a un fuerte campo magnético se corría el riesgo de que las finas espiras se atrajeran o se repelieran, lo que alteraba las propiedades de la espiral y, por consiguiente, la marcha del reloj. El silicio no está sujeto a este riesgo.

EL SILICIO, empleado en la espiral, presenta MÚLTIPLES VENTAJAS.

Segundo, las espirales de silicio se pueden realizar en la forma ideada por los diseñadores de movimientos. Muchos conocedores de relojes saben que una de las ventajas del silicio es que se puede producir con tolerancias superiores a las de las preexistentes espirales de metal. Aunque esto es absolutamente cierto, solo abarca la mitad de la realidad. Además de las estrictas tolerancias, también hay otro aspecto importante: las espirales se pueden producir en distintas formas y pueden tener distintos perfiles a lo largo de su longi- tud. Recordemos el proceso de producción de las espirales de metal. Las hebras de la aleación metálica se afilan hasta que alcanzan un diámetro muy fino. Luego se comprimen hasta obtener un finísimo perfil rectangular y por último se enrollan para darles la forma de espiral. Durante la fabricación, es prácticamente imposible controlar la exactitud de su geometría. Este no es el caso del silicio. El silicio se produce a partir de un wafer macizo del que se retira el material para producir una espiral. Como la cantidad de material que se retira se puede personalizar según las especificaciones dadas por los diseñadores del movimiento, el grosor puede variar en cualquier punto de la longitud, al igual que la distancia entre las espiras. Hoy en día, gracias a los ordenadores, los constructores de movimientos pueden calcular un perfil optimizado para una espiral y aumentar el rendimiento del movimiento a niveles inimaginables con las preexistentes espirales metálicas.

No solo se pueden personalizar los detalles de la forma y del perfil, sino que también se ha logrado perfeccionar el método para atar la espiral al eje. En el pasado, las espirales se ataban al eje del volante mediante una virola. Este método de atadura coloca inevitablemente la primera espira interior a una cierta distancia del centro. Las espirales de silicio de Blancpain presentan una forma central triangular patentada que permite que la espira interior se enrolle lo más cerca posible al eje. Este aspecto es importante para definir la manera en que la espiral se va a expandir y contraer a medida que el volante oscile hacia un lado y hacia el otro. Por lo general, los relojeros se esfuerzan para que la espiral se expanda y se contraiga (o “respire”, como se dice de manera romántica en el medio relojero, ya que cuando se enrolla o se desenrolla su movimiento evoca el de los pulmones al inspirar y expirar) de manera concéntrica y lo más cerca posible de su eje. Y este es precisamente el objetivo de la atadura patentada por Blancpain.

Otro de los aspectos fundamentales del diseño del movimiento es el isocronismo, que describe el comportamiento de un reloj a medida que la fuerza almacenada en el barrilete disminuye. Cuando un reloj está totalmente armado, la fuerza que el barrilete transmite al volante es mayor que cuando el barrilete está prácticamente desarmado. Cuando la fuerza disminuye, la reacción de un volante equipado con una espiral de silicio es inferior a la de un volante equipado con una espiral Nivarox tradicional. Esto implica que la marcha se ve menos afectada cuando el barrilete se descarga –mayor isocronismo– que con una espiral de metal.

El peso es otra de las propiedades del silicio que ha aportado interesantes ventajas. En un mundo ideal, una espiral tendría que estar centrada en su eje y respirar de manera perfectamente concéntrica, colocando en todo momento su centro de gravedad en su eje de rotación. Desafortunadamente, esto es muy difícil

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El calibre 913 reemplaza al 953, manteniendo un tamaño IDÉNTICO.

de lograr; en cierto modo, el centro de gravedad de la espiral siempre se desplaza con respecto a su eje central. Este desplazamiento contribuye a producir errores de marcha cuando el reloj se encuentra en posición vertical, ya que el peso de la espiral, afectado por la gravedad terrestre, puede aumentar o disminuir el swing del volante (la amplitud). Los diseñadores de movimientos designan a este fenómeno “efecto de Grossmann”. Como la espiral de silicio pesa mucho menos que las espirales metálicas, la gravedad terrestre le afecta menos. ¿Qué implica todo esto para el propietario de un reloj? Una menor variación de marcha cuando la posición del reloj cambia y, por consiguiente, mayor precisión.

Existe otra ventaja asociada al silicio. El Nivarox es un material magnífico que en su momento fue realmente revolucionario, pero sus propiedades pueden variar con el tiempo. El silicio es más estable. O dicho de otra manera: no envejece con el paso del tiempo.

El silicio no solo se ha adoptado en la espiral. Este material también se ha incorporado a otros órganos de regulación. El áncora, que mantiene el clásico diseño del escape de áncora suizo, se ha construido con una horquilla de silicio (la punta del áncora que impulsa el volante). Estas mejoras permiten a su vez reducir la fricción y aumentar la resistencia al desgaste.

El calibre 913 mejora significativamente el 953 y mantiene el mismo tamaño. Presenta, entre otras cosas, un nuevo diseño para el sistema de armado. En el 953, el sistema de armado se construyó como un módulo compuesto por un pesado rotor de oro, los engranajes del sistema de armado y un puente que sujeta dichos componentes. En el 913, los diseñadores de movimientos de Blancpain han integrado el sistema de armado en el movimiento mismo, dotándolo con un puente de barrilete separado. Pero las mejoras no se detienen aquí. El rotor automático de oro de 18 quilates está provisto de rodamientos de esferas de cerámica. Este sistema no solo ofrece una mayor resistencia al desgaste, sino que también necesita menos lubrica- ción en comparación con los rodamientos estándar de acero. Asimismo, se ha cambiado el perfil de los dientes del rodaje, que ahora presentan una forma Pelton. El uso de este tipo de dientes constituye una opción sumamente inteligente, ya que su perfil permite un eficaz armado unidireccional. Cuando el rotor de armado gira en una dirección, los dientes Pelton permiten que el rochete del barrilete gire armando el árbol del muelle real, al mismo tiempo que los perfiles de los dientes Pelton bloquean la rotación del rochete en la dirección opuesta para evitar que el barrilete se desarme.

El calibre 1150 es otro MOVIMIENTO FUNDAMENTAL del repertorio de Blancpain.

El calibre 1150 es otro movimiento fundamental del repertorio de Blancpain. Cuando se lanzó en 1992 (en la colección 2000 de Blancpain) no solo era uno de los movimientos con mayor rendimiento en el mundo de la relojería, sino que, además, marcó una tendencia que continúa aún hoy. El 1150 estaba dotado de dos barriletes que lo colocaban en la cumbre de la pirámide de la reserva de marcha, ya que alcanzaba una extraordinaria autonomía de 100 horas en una época en que la norma era de 40 a 48 horas. Desde entonces, otros en la industria han seguido buscando soluciones para aumentar la reserva de marcha de los movimientos. Aún hoy, el 1150, con su construcción dotada con dos barriletes, sigue siendo el líder y se utiliza ampliamente tanto en las colecciones para hombre como para mujer; es también el “motor” de muchas complicaciones de Blancpain, incluyendo el supercomplicado Villeret Équation du Temps Marchante (Ecuación Activa del Tiempo).

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La revisión del calibre 1150 realizada en 2014 fue MUY SIGNIFICATIVA.

Desde su creación, Blancpain ha realizado numerosas mejoras en este calibre, hoy considerado clásico, con revisiones importantes en 1996, 2001, 2009, 2013 y 2014. Menos su disposición básica, todos los componentes clave se han modificado y actualizado. Si todos estos cambios se hubiesen efectuado al mismo tiempo, sin duda la designación del calibre habría cambiado, tal como sucedió con la evolución del 953, convertido hoy en el 913. Pero como estos cambios se hicieron gradualmente sigue siendo el mismo: 1150.

Consideremos a continuación el catálogo de mejoras del 1150. Al igual que en el 913, se ha cambiado el volante de raqueta por uno de regulación inercial. También está dotado de una espiral de silicio y, por consiguiente, goza de todas las ventajas que ofrece este material. El áncora lleva una horquilla de silicio.

Hacia el lado opuesto del tren de ruedas, cada uno de los dos barriletes alberga ahora un muelle real fabri- cado con una aleación especial. Este cambio no solo ayuda a garantizar la reserva de marcha, sino también permite que la disminución del par –que se genera a medida que el barrilete se descargase– produzca más tarde que con el muelle real anterior.

Entre el barrilete y el volante también se hicieron otros cambios. Blancpain ha modificado el material de las ruedas del rodaje. En 1992, año en que se lanzó el 1150, el tren de ruedas era de latón, como en el resto de la industria. Una vez más, Blancpain demostró estar a la vanguardia al adoptar ruedas de cobre berilio. Este material, más costoso, es más duro que el tradicional latón y ofrece mayor resistencia al desgaste. Ahora, el 1150 está dotado de ruedas de cobre berilio que, además del cambio de material, lucen el característico estilo llanta de Blancpain, que mejora la rigidez.

Para los conocedores, todos estos cambios merecerían ser considerados como calibres totalmente nuevos, y por consiguiente se añadirían al total de 35 nuevos movimientos creados desde 2006, año de la introducción del 13R0. 

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Capítulo 08

Villeret: UN PERFECTO GENTLEMAN

El clasicismo y el refinamiento de la línea Villeret de Blancpain.

Autores del capítulo

JEFFREY S. KINGSTON
Villeret: UN PERFECTO GENTLEMAN
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