Capítulo 6
Blancpain entrega sus esferas a este arte
El arte ornamental del damasquinado nace en China, de donde pasa a la antigua ciudad de Damasco, la que le da su nombre, y luego a Persia, a India y a España, alcanzando su máximo esplendor en Toledo. Este trabajo artesanal y minucioso contiene un gran legado histórico y exótico. Su renombre creció con su uso, siendo también realizado en diversas piezas de guerra, en espadas y armaduras por ejemplo, las que indicaban el rango de sus principales propietarios.
Hoy Blancpain abre un nuevo campo de aplicación de esta artesanía histórica para ofrecerla como telón de fondo de las esferas de sus relojes.
Las técnicas del arte del damasquinado no han evolucionado desde su aparición en los objetos de bronce elaborados en el siglo XVI A. C. En primer lugar, la superficie a decorar se vacía reproduciendo las líneas del diseño deseado. Luego, los hilos de metal blando, por lo general de oro o de plata, se martillan minuciosamente para incrustarlos en las cavidades antes del pulido de la superficie. El damasquinado se fundamenta en un principio esencial, según el cual la decoración en metal precioso queda sujeta únicamente por la superficie del metal en la que ha sido insertada. Esta artesanía no emplea colas, ni adhesivos, ni sujeción de ningún tipo.
La manera en que se practica hoy en día es muy semejante al trabajo de los artesanos de la Antigüedad, quienes vaciaban motivos sobre una superficie en la que luego insertaban a martillo un metal precioso, para finalmente pulirla meticulosamente.
La colección Damasquinage de Blancpain ofrece una serie de esferas con hermosas ornamentaciones efectuadas mediante este arte decorativo milenario. Las esferas, confeccionadas en titanio grado 2, presentan un motivo “dragón”, realizado en absoluto respeto a la tradición. El diseño en la superficie de titanio se vacía a mano, seguidamente se introduce oro de 24 quilates en las cavidades realizadas previamente, para luego pasar al pulido final. El damasquinado confiere al elemento representado un resplandor intenso y sutil a la vez, algo que ninguna otra técnica permite obtener.
Las piezas únicas de la colección Damasquinage también presentan una interesante variedad. El primer diseño de la serie ilustra un paisaje chino, al que le siguen otros motivos, todos ellos realizados en piezas únicas. El propietario también tendrá la posibilidad de personalizar su reloj encargando un diseño que ilustre un tema de su elección. Estas notables piezas son una apasionante muestra del amplio abanico del arte del damasquinado y algunos elementos en tres dimensiones completarán la ornamentación de la pieza según el principio ancestral. Así, en la pieza que representa un paisaje chino, el puente, el barco y el árbol fueron cincelados en oro de 24 quilates. Luego, la base de cada uno de estos elementos se inserta en la superficie de titanio de la esfera, la que seguidamente se repuja para mantener cada uno de los elementos sujetos en su lugar. El resultado de esta minuciosa obra de arte confiere al damasquinado una gran importancia.
Dotadas de una caja de oro de 45 mm de diámetro, las piezas de la colección Damasquinage están animadas por el calibre 15 de cuerda manual, el movimiento que Blancpain reserva para sus guardatiempos excepcionales.