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Capítulo 2

El DÉZALEY en el corazón de la región de LAVAUX

Tras decenios de absoluto silencio de la prensa especializada, el vino suizo Dézaley pasa a primera plana como uno de los mejores vinos de 2012 según Robert Parker.

Autores del capítulo

JEFFREY S. KINGSTON
PIERRE THOMAS

Autores del capítulo

JEFFREY S. KINGSTON
PIERRE THOMAS
El DÉZALEY en el corazón de la región de LAVAUX
El DÉZALEY en el corazón de la región de LAVAUX
Número 13 Capítulo 2

Déjese llevar por la imaginación por un momento. Intente hacer aparecer las imágenes del mundo distinguido del vino. Un castillo tentacular, discretamente eclipsado por Versalles, pero no por mucho (no tenía sentido arrebatarle el protagonismo al rey cuando Francia tenía todavía uno), viñas en la planicie, fáciles de cuidar, que se extienden hasta donde llega la vista, bodegas relucientes donde se trabaja en equipo, un sistema de distribución en el mundo entero que podría competir con el de IBM, visitas anuales de Robert Parker y notas de cata que constituyen un homenaje a las añadas obtenidas a través de decenios. Ah sí, sin olvidar también, ¡un capítulo entero de su libro dedicado a usted! ¡Ah! Que dicha tener una vida así.

Después, piense en la elaboración del vino en la región de Lavaux, en Suiza, y en particular en los viñedos de la denominación grand cru Dézaley. Apenas pasando los límites del área urbana de Lausana, comienzan y se extienden casi hasta el castillo de Chillón, en las afueras de Montreux, los viñedos de Lavaux que suben desde las orillas del lago de Ginebra, y aproximadamente en el medio se encuentran los viñedos de Dézaley agrupados alrededor de la microscópica aldea de Epesses. En lugar de castillos son humildes casas rurales. Deje a un lado la idea de dar un tranquilo paseo por los viñas cuando las hojas adoptan los colores del otoño, ya que las terrazas de Lavaux están construidas en laderas que, en muchos lugares, se inclinan vertiginosamente con un ángulo de 90 grados, 10.000 terrazas soportadas por muros de piedra que combinadas tienen 400 kilómetros de largo. ¿Hasta qué altura se elevan en total? 300 metros. A menudo, los muros de las terrazas encierran sólo bastante tierra para una sola hilera de vides. No hay más remedio, el trabajo hay que hacerlo en forma manual, con mucho esfuerzo sobre esas perchas aterradoras, y sin demasiado sentido mercantilista, por una buena remuneración según los estándares suizos. 

Saint-Saphorin, uno de los pueblos emblemáticos de la región de Lavaux.

Saint-Saphorin, uno de los pueblos emblemáticos de la región de Lavaux.

El viñedo de Villette. 80% del vino producido con una denomina ción de origen protegida o DOP “Lavaux” es un vino blanco elaborado con la variedad de vid chasselas.

El viñedo de Villette. 80% del vino producido con una denomina ción de origen protegida o DOP “Lavaux” es un vino blanco elaborado con la variedad de vid chasselas.

LA ELABORACIÓN DEL VINO en Dézaley data del siglo XII cuando los monjes cistercienses comenzaron el cultivo en terrazas.

En cuanto a la distribución, de Suiza no sale ni una sola botella. ¿Y ese capítulo en el libro de Robert Parker? No se ha escrito todavía. De hecho, si usted espera ver elogios en la prensa especializada en vinos o incluso en la prensa gastronómica, la tierra del Dézaley que tiene una tradición vitícola milenaria no es el lugar más adecuado para generarlos. Tras superar todos los obstáculos –los terrenos empinados, los muros, el trabajo peligroso y costoso –¿cuál es la recompensa? La respuesta de los periodistas y críticos de vinos de todo mundo es el silencio absoluto. Hasta ahora.

Así, en enero de 2013, en la guía de Parker, se incluyó el Dézaley Haut de Pierre 2010, de la bodega Domaine Blaise Duboux, en la lista de los “mejores vinos de 2012”. Robert Parker cuya lista consagra los vinos que logran la mejor puntuación lo que inicia una euforia consumista (o puede destruir si los resultados son malos), predijo que no habrá descanso para Blaise Duboux hasta que haya encontrado un importador de estos vinos en los EE.UU.

Durante tres decenios, Robert Parker ha sido la persona más infl uyente en los mercados de vino fino del mundo entero. Aunque el chasselas de Dézaley durante casi todo este tiempo no le había llamado la atención, los suizos apreciaban desde hace mucho estos suntuosos blancos para añejar. Es aquí que la uva chasselas ha encontrado una combinación perfecta entre suelo y microclima.

La elaboración del vino en Dézaley, al igual que en el resto de Lavaux, se remonta al siglo XII y se debe a los monjes cistercienses (que emigraron hacia la región en el siglo XI desde las abadías de Císter y de Vougeot, en Borgoña), que construyeron terrazas en las laderas que dan al lago de Ginebra. La vinifi cación estaba sometida a la jurisdicción de los obispos de Lausana a través de dos abadías cistercienses, la abadía de Hauterive y la abadía de Haut-Crêt. Fue gracias a su trabajo que se construyeron las terrazas y los caminos en toda la zona de Lavaux. Por supuesto, la gobernanza implica la existencia de reglamentos y este axioma era válido incluso en el siglo XII. En un documento de la época que define cómo construir las terrazas se indicaba el ancho de 10 a 15 metros de las terrazas (aunque muchas de ellas son mucho más angostas que eso), soportadas por muros de piedra de 5 a 6 metros de altura, y se establecía, además, que los productores de vino tenían que mantener los muros y controlar el escurrimiento del agua. Durante los 800 años siguientes, la viticultura en Lavaux se fue subdividiendo gradualmente en un mosaico de pequeñas parcelas que eran caras y difíciles de mantener. 

Vendimiando a mano en cajas de plástico, para garantizar la calidad de las uvas, en las viñas de Luc Massy.

Vendimiando a mano en cajas de plástico, para garantizar la calidad de las uvas, en las viñas de Luc Massy.

SEA CUAL FUERE LA MOTIVACIÓN, el trabajo manual de los monjes para construir terrazas rocosas en las empinadas laderas resultó una receta estupenda para la elaboración de vino de calidad que, con el transcurrir de los siglos, dio lugar a que Dézaley esté considerado como una de las dos primeras denominaciones grand cru de Suiza.

El paisaje de Lavaux (aquí en Saint-Saphorin), declarado patrimonio mundial por la UNESCO el 28 de junio de 2007, le debe mucho a la mano del hombre, que construyó terrazas y escaleras en las colinas o levantó muros de mampostería, y no muros de piedras secas como en Valais.

El paisaje de Lavaux (aquí en Saint-Saphorin), declarado patrimonio mundial por la UNESCO el 28 de junio de 2007, le debe mucho a la mano del hombre, que construyó terrazas y escaleras en las colinas o levantó muros de mampostería, y no muros de piedras secas como en Valais.

El DÉZALEY en el corazón de la región de LAVAUX

Muchas fincas de la región de Lavaux están históricamente vinculadas a entidades públicas, a menudo fuera del perímetro de la región vitícola, como la finca de Montagny (a la derecha), perteneciente al municipio de Payerne.

La parcela de Dézaley fue desbrozada y plantada de vid por monjes venidos de Borgoña, a principios del siglo XII. Más tarde, después de la Reforma (1536), la ciudad de Lausana, capital del cantón de Vaud, heredará dos fincas prestigiosas: Clos des Moines (en el medio de la foto), que depende del antiguo convento de Haut-Crêt, y Clos des Abbayes (a la derecha), del antiguo convento de Montheron. Sus vinos se venden en subasta pública desde 1803, en el mes de diciembre.

El DÉZALEY en el corazón de la región de LAVAUX
Vendimia en el Domaine des Faverges, en Saint-Saphorin, la mayor entidad vitícola sin separaciones (15,4 hectáreas) de Lavaux, perteneciente al Estado (cantón) de Friburgo. Es una de las fi ncas más antiguas de la región, cuyo nombre se cita en un pergamino de 25 de febrero de 1138.

Vendimia en el Domaine des Faverges, en Saint-Saphorin, la mayor entidad vitícola sin separaciones (15,4 hectáreas) de Lavaux, perteneciente al Estado (cantón) de Friburgo. Es una de las fi ncas más antiguas de la región, cuyo nombre se cita en un pergamino de 25 de febrero de 1138.

El cambio se produjo después de 1803, cuando Lausana pasó a ser la capital del cantón de Vaud. Eso aportó no sólo mejoras de las terrazas y caminos, lo que finalmente permitió interconectar las numerosas aldeas del vino, sino también la construcción, con el tiempo, de un sistema de conexiones por ferrocarril. Esta historia singular, juntamente con el paisaje impresionante y la conservación de las antiguas terrazas han hecho que Lavaux fuese declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Cabe preguntarse si fue pura casualidad, un golpe de suerte por decirlo así, o una extraordinaria perspicacia lo que llevó a los monjes a elegir este terruño para sus viñas. Sea cual fuere la motivación, su trabajo manual para construir terrazas rocosas en las empinadas laderas resultó una receta estupenda para la elaboración de vino de calidad. En las abruptas pendientes, el mismo terreno es único, ya que representa los restos de la actividad glaciar que oxigenó el suelo hasta la roca. Con una exposición orientada al sudoeste, la tierra del Dézaley no sólo está bañada por el sol al caer la tarde, sino también por los abundantes reflejos cálidos y las brisas que vienen del propio lago. Como el clima general no es excesivamente caluroso, recuerde, después de todo, que esto se sitúa en los Alpes suizos, la orientación del sol y los reflejos del lago permiten prolongar el tiempo de colgado de los racimos antes de la cosecha, consiguiendo así una madurez fenólica superior a la de las uvas chasselas de otras zonas.

Da lo mismo que los monjes cistercienses hayan entendido perfectamente esta notable combinación de suelo, inclinación, orientación y reflejo de la luz, los viticultores suizos llevan reconociendo lo que poseen desde hace siglos. Tal vez la afirmación más rotunda de las virtudes del Dézaley se produjo cuando, después de siglos dedicados a la viticultura en Suiza, se adoptó a finales de 1980 un sistema de clasificación de los viñedos, similar al que existía en Francia. Dézaley, 53,8 hectáreas de viñedo, es una de las dos primeras denominaciones que obtuvieron la codiciada clasifi - cación de grand cru, lo máximo.

La revista Lettres du Brassus se complace en contar con el célebre especialista suizo en vinos Pierre Thomas para presentarnos cuatro de los principales productores de chasselas del Dézaley: Luc Massy, Louis-Philippe Bovard, Les Frères Dubois et Fils y Blaise Duboux.

LA REGIÓN DE LAVAUX está bañada por el sol del atardecer y por las brisas que vienen del lago de Ginebra.

Viñas arriba de Saint-Saphorin.
En la región de Lavaux, los viñedos, según dicen, disfrutan de los llamados “tres soles”: el que brilla en el cielo, reforzado por la doble reverberación del lago de Ginebra (en el fondo las montañas de Saboya, en la ribera francesa) y de los muros de las terrazas.

Viñas arriba de Saint-Saphorin.
En la región de Lavaux, los viñedos, según dicen, disfrutan de los llamados “tres soles”: el que brilla en el cielo, reforzado por la doble reverberación del lago de Ginebra (en el fondo las montañas de Saboya, en la ribera francesa) y de los muros de las terrazas.

Un cuarteto DEL DÉZALEY 

Con menos de 54 hectáreas y unas sesenta etiquetas, el Dézaley es un grand cru, que obtuvo otra vez la denominación de origen protegida (DOP) “cantón de Vaud” en la primavera de 2013, después de haber permanecido tres años en el rango de DOP “Lavaux” (809 hectáreas). Aunque predomina una variedad de uva, la chasselas (un 90% de la superficie del viñedo), el subsuelo, la exposición, en la parte superior o inferior de la ladera, la alta densidad de plantación, etc. son algunos de los parámetros que cada viticultor controla a su manera, del mismo modo que elige sus métodos de elaboración de los vinos en las profundidades de su bodega. A fin de ilustrar el corazón de la región de Lavaux, Pierre Thomas, para la revista Lettres du Brassus, decidió presentar el retrato de cuatro bodegas emblemáticas del Dézaley.

Una vista de Epesses y de Dézaley, en segundo plano. A la izquierda, se advierte el Clos du Boux, la mansión de la familia Massy, con su álamo. 

Una vista de Epesses y de Dézaley, en segundo plano. A la izquierda, se advierte el Clos du Boux, la mansión de la familia Massy, con su álamo. 

Grandvaux rinde homenaje a la memoria del dibujante Hugo Pratt, creador del personaje de historietas Corto Maltés, conver tido en estatua.

Grandvaux rinde homenaje a la memoria del dibujante Hugo Pratt, creador del personaje de historietas Corto Maltés, conver tido en estatua.

Luc Massy: UNA LOCOMOTORA Los Massy consiguieron imponer SU MARCA, EL DÉZALEY CHEMIN DE FER.

En Suiza y en Alemania, como en Japón, Dézaley Chemin de Fer es uno de los (pocos) vinos suizos blancos conocidos desde hacía mucho tiempo. Porque si bien los Massy recién se establecieron en Epesses en 1903 –que no es nada comparado con el linaje de otros viticultores–, fueron los primeros en embotellar su vino, ya en el decenio de 1920, en lugar de venderlo a granel, en barriles, en los bares y restaurantes de la zona...

El primero de los “viticultores Massy”, tras un viaje por África y tras contraer el paludismo, había trabajado en el Valle de Joux, en una fábrica de cojinetes de piedras de relojería fundada por uno de sus antepasados –lo que no deja de tener interés para los lectores de Lettres du Brassus. Luego, en busca de mejores perspectivas económicas, llegó a probar suerte a orillas del lago de Ginebra. Después de su matrimonio con una joven de Epesses, dice Luc Massy, “mi abuelo pensó inmediatamente en la marca: tuvo la inspiración de bautizarlo 'Chemin de Fer', por el nombre de una parcela comprada en una localidad llamada así porque se acababa de terminar la línea París-Simplon".

Hoy, las aproximadamente 35.000 botellas de Chemin de Fer provienen siempre de este valle de 3,5 hectáreas, no lejos de Vinorama, el escaparate y el bar para degustación de vinos de Lavaux, en la carretera del lago que va de Lausana a Vevey, un poco retirado de la línea ferroviaria. Cuando le preguntan al presidente de la Baronía del Dézaley qué ha cambiado en la bodega desde la época de su abuelo, hace 110 años, responde al instante: “¡Nada! Entre la fermentación alcohólica y la maloláctica, nuestro vino permanece sobre sus propias lías. No movemos el vino, permanece así con su madre de guarda de octubre a marzo.” En marzo se procede a la pre-filtración del vino, que luego se embotella en tres épocas del año, a finales de mayo, en julio y en septiembre.

Otra característica es que sólo una tercera parte del vino descansa en barrica grande. Luc Massy muestra con orgullo “su” barril en la bodega naturalmente fresca, excavada en la roca, en la entrada de la aldea de Epesses: “Me lo compré en 2002, para mi quincuagésimo cumpleaños. ¡Un regalo que me costó 45.000 francos suizos!” Con una ironía mal disimulada, el patrón de Chemin de Fer decreta: “¡El Dézaley es la locomotora de los vinos de Vaud! Los consumidores no siempre comprenden que tiene más sabor y que es más caro que los demás chasselas. Para mí, el Dézaley siempre ha sido un vino aparte, por la combinación de suelo y clima. De hecho, ¡la Baronía del Dézaley fue creada en 1994 para remachar el clavo!”

En venta por 24 francos en la finca, este gran vino blanco, que ahora se descubre que no sólo envejece bien, sino que evoluciona como los “viejos cavas”, parece ser, un estupendo “negocio” para un grand cru. “No tenemos el atrevimiento suficiente, por la falta de imagen del Dézaley”, confiesa Luc Massy, que tiene todas las añadas desde 2001 a disposición en la bodega. La cuarta generación ya está preparada. Después de haber realizado estudios vitivinícolas y pasantías en el exterior (en las bodegas Colomé, en Argentina), Benjamin, de 29 años de edad, regresó a casa hace unos meses.

www.massy-vins.ch

El DÉZALEY en el corazón de la región de LAVAUX

Domaine Louis Bovard: LA TRADICIÓN SE UNE A LA IMAGINACIÓN  De todos los vinos que llevan la firma de Bovard, Dézaley MÉDINETTE sigue siendo su vino emblemático.

En 2010, Louis-Philippe Bovard celebró sus 75 años con la inauguración de una bodega que era una joya, en el pueblo antiguo de Cully, a orillas del lago de Ginebra. Está equipada para la elaboración de muchos vinos en pequeñas cantidades. Porque, aunque sea uno de los paladines de los chasselas, Louis-Philippe Bovard –cuya mente rebosa de ideas detrás de esas gafas serias y ese gorro de marinero–, es ante todo un pionero incansable.

Como “hacendado”, en esta finca que data de 1684, supo rodearse de profesionales tanto en el viñedo como en bodega. A principios de 2013, el prometedor viticultor alsaciano Philippe Meyer (de la familia Josmeyer, véase el número 12 de Lettres du Brassus), se convirtió en “enólogo cantonal” para asesorar a los viticultores de todo el cantón de Vaud. Fue reemplazado por Caspar Eugster, que tiene experiencia acumulada a nivel internacional (fincas Hess).

De todos los vinos que llevan la firma de Bovard, Dézaley Médinette (35.000 botellas al año) sigue siendo su vino emblemático. Esta marca es un misterio hasta para los francófonos: el nombre viene de un templo de Luxor, en Egipto, y también recuerda la figura andrógina de Baco, que parece casi una “midinette” (chica frívola) del festival de 1905 de los viticultores de Vevey. Esta etiqueta, que el abuelo de Louis-Philippe había subrayado con la frase “el más fino de los vinos suizos” en letras de oro, no ha cambiado desde entonces. A lo sumo, en los años 90, aparecieron etiquetas de colores, en azul, rojo, verde o amarillo, al estilo de Andy Warhol, para diferenciar las añadas, porque, si bien es cierto que Louis-Philippe Bovard defi ende muchísimo la noción de terroir, las características específicas de cada año son aún más importantes. Y cuando le preguntan cómo estaba la viña, al azar, en el 2001, saca su libreta y responde: “Año tardío, verano caluroso con lluvia antes de la vendimia, y octubre soleado y caluroso”. Si bien la finca Bovard elabora un chasselas sin fermentación maloláctica, e incluso un chasselas criado en barricas de roble, Médinette se produce utilizando la fermentación tradicional, con crianza sobre las finas lías en grandes barricas.

Louis-Philippe Bovard contribuyó al establecimiento de una clasifi cación jerárquica de los vinos de Vaud, a partir del estudio de los suelos, siguiendo el modelo de los grandes vinos de Alsacia. Por encima de Rivaz, abrió un “Conservatorio mundial de chasselas”, donde se han plantado 19 tipos de este varietal, incluidos cinco clones y 400 vides. También es uno de los fundadores de la Baronía del Dézaley, que prevé desarrollar ulteriormente este grand cru con el tiempo. Una comisión integrada por catadores expertos califi ca las añadas cuando ha transcurrido cierto tiempo (última añada evaluada: 2004) y las premia con estrellas. Las calificaciones se actualizan cada dos años, en función de la evolución de los vinos. “A medida que van envejeciendo, los vinos del Dézaley se comportan como la marsanne de Tain-l’Hermitage; ya no se parecen en nada a un chasselas que se puede disfrutar joven. Los elementos de sabor se modifican y se funden en un nuevo equilibrio”, opina el patriarca. La finca ofrece 13 añadas para la venta desde 1999, y todavía le quedan entre 200 y 2.000 botellas de cada año. 

www.domainebovard.com

www.baronnie.ch

Dézaley…wood con sus grandes letras pintadas de blanco que se recortan en el cielo.

Dézaley…wood con sus grandes letras pintadas de blanco que se recortan en el cielo.

Vendimia más arriba del pueblo de Saint-Saphorin.

Vendimia más arriba del pueblo de Saint-Saphorin.

Les Frères Dubois: UNA DINASTÍA FAMILIAR El Dézaley Marsens De la Tour 1984 es el vino que obtuvo LA MEJOR PUNTUACIÓN EN EL MONDIAL DU CHASSELAS DE 2013.

Les Frères Dubois [los hermanos Dubois] son ramas del gran árbol genealógico de la familia. Primero, el abuelo, Marcel y, luego, Christian, y por último sus dos hijos, Frédéric y Grégoire. Los hijos son también “toneleros”; así llaman en el cantón de Vaud a los enólogos que asesoran realizando labores de cava en otras bodegas. Los hermanos Dubois, por ejemplo, elaboran también vinos para las bodegas de Lavaux que pertenecen a la Ciudad de Lausana, incluidos los dos viñedos del Dézaley de reconocido prestigio, el Clos des Moines y el Clos des Abbayes. Estos dos nombres evocan la filiación histórica con los monjes cistercienses.

La enología moderna también causó estragos en Lavaux. En el decenio de 1980, varias bodegas dejaron de usar las grandes barricas de roble, sustituyéndolas por tanques de acero inoxidable, más fáciles de limpiar, para evitar dar “mal sabor” a la cepa chasselas, la variedad más delicada que existe. Para su Dézaley Marsens De la Tour, los hermanos Dubois volvieron a considerar con buenos ojos el método de crianza sobre lías finas en cuba (gran barrica). En los sótanos, situados debajo de la mansión familiar llamada Le Petit Versailles –provista hoy en día de una hermosa bodega–, a la entrada del pueblo de Cully, este tonel aparece como Vase N° 4. La palabra “vase” en este caso es sinónimo de “barril”. Hasta 2008, el barril contenía 3.700 litros o el equivalente de 5.285 botellas de siete decilitros (70 cl) cada una, cuyo uso está autorizado por la legislación suiza a pesar de la normalización de las medidas europeas (en 75 cl). Como se desintegró con el paso del tiempo, el Vase N° 4 de la primera generación se sustituyó por un nuevo recipiente que contiene 6.300 litros, o el equivalente de 9.000 botellas. Este vino no se puede comercializar hasta que tenga dos años de edad. 

Como miembros de la Baronía del Dézaley, los hermanos Dubois proponen viejas añadas del Dézaley desde 1971 en adelante, a un precio comprendido entre 138 y 28 francos suizos por botella, desde el más cotizado hasta el más joven. La cosecha de uva chasselas para el Vase N° 4 se realiza en torno a la Tour de Marsens, un símbolo de Lavaux, que yergue su corona almenada hacia el cielo. Para este vino de reserva especial se seleccionan únicamente los mejores racimos sobre una superficie cultivada de 2,5 hectáreas. La vendimia tiene lugar lo más tarde posible en el otoño. Una sola vez, entre 2002 y 2012, la vendimia debutó antes del 1º de octubre, y eso fue en 2003, el año de la ola de calor.

A propósito de la “segunda fermentación” (la fermentación maloláctica, o “malo” para abreviar) que se desea desarrollar en la uva chasselas, Christian Dubois dice: “Sin la malo, se obtiene sólo la expresión de la variedad; con la malo afloran las características únicas del terroir”. La bodega participa con gusto en los concursos para obtener reconocimiento. ¡Y le va bien! La añada de 2009 fue consagrada segundo mejor chasselas de la región de Vaud, el favorito de la Guía de vinos Hachette 2013, medalla de oro en el concurso Expovina de Zúrich y en el Mondial du Chasselas, en Aigle, organizado por primera vez en 2012, para realzar los vinos de este varietal, cuya producción mundial está liderada por el cantón de Vaud, con 2.320 hectáreas (61% de sus viñedos). Y con ocasión de la segunda edición, el Dézaley Marsens De la Tour 1984 obtuvo la “mejor clasifi cación en todas las categorías” del Mondial du Chasselas (93,8 puntos sobre 100).

www.lesfreresdubois.ch

www.mondial-du-chasselas.com

El DÉZALEY en el corazón de la región de LAVAUX
La Tour de Marsens, edificada a principios del siglo XIII (hecho documentado en 1272), es el emblema de Lavaux y del Dézaley, situado en su totalidad dentro del municipio político de Puidoux.

La Tour de Marsens, edificada a principios del siglo XIII (hecho documentado en 1272), es el emblema de Lavaux y del Dézaley, situado en su totalidad dentro del municipio político de Puidoux.

Blaise Duboux: EL PURISTA “PARKERIZADO” SUS VINOS DÉZALEY, MADURADOS EN TANQUES SOBRE LÍAS FINAS, no conocen el roble, y mucho menos el barril...

A los 48 años de edad, Blaise Duboux tiene el orgullo de decir que representa la decimoséptima generación de viticultores de su familia en Epesses. El antepasado que dio su nombre a la familia era un notable de la Catedral de Lausana, Leopardo Bosco, venido de Turín en 1242 para ocuparse de los viñedos de Saint-Saphorin.

Mientras que las otras tres fincas presentadas aquí son más grandes, ésta sólo representa 5 hectáreas. “Este es el límite máximo de lo que se puede alcanzar a hacer solo. Tengo sólo un empleado a tiempo completo y algunos trabajadores cedidos temporalmente durante la época de deshoje o de vendimia”. Ingeniero-enólogo diplomado de la única escuela de enología de Suiza, la de Changins, situada entre Lausana y Ginebra, es el dueño de parcelas en dos grands crus: Calamin (media hectárea) y Dézaley (una hectárea y media).

Este hijo único –padre de tres niñas adolescentes– se hizo cargo de la elaboración del vino en 1988 y de toda la bodega familiar en 2011. Este antiguo empleado de Prométerre, un organismo de asesoramiento vitícola, sabe muchísimo sobre las buenas cualidades intrínsecas del Dézaley. “La palabra terroir sigue siendo la que mejor lo define..., con la interacción del suelo, de la roca madre, del régimen hidrológico, de la pendiente y del clima. Por no hablar de los llamados ‘tres soles’, es decir, el propio sol en el cielo y la doble reverberación del lago y de los muros de las terrazas, que constituyen ¡una verdadera pila atómica!”

Blaise Duboux elabora dos vinos Dézaley. Su Haut de Pierre representa una selección de una parcela de media hectárea de viñas viejas. “La viña más antigua tiene 47 años y la más joven 26”. Año tras año, la parcela produce 3.000 botellas. El otro Dézaley, del que se sacan 12.000 botellas, se llama Corniche, por el nombre de la carretera panorámica con vistas a Dézaley, desde el pueblo de Epesses hasta Chexbres. “La reputación del Dézaley viene de los monjes cistercienses. ¡Fueron ellos los que decidieron desbrozar el terreno más empinado!” Su Haut de Pierre proviene precisamente de las viñas plantadas justo donde la ladera es más escarpada, donde la morrena se deslizó y donde el suelo está “rubificado.”

Duboux es un purista que trabaja “con miras a la viticultura ecológica y renovable.” Con el tiempo, refinó su fermentación. Trata de prescindir de levaduras industriales y, en el peor de los casos, usar una “levadura genérica” que garantiza “vinos secos.” Sus vinos Dézaley, madurados en tanques sobre lías finas, no conocen el roble, y mucho menos el barril...

Aunque no es miembro de la Baronía del Dézaley, Blaise Duboux preside Arte Vitis, una asociación que, desde hace diez años, reúne trece de las fincas más famosas del cantón de Vaud y, desde la primavera de 2013, de la Comunidad vitivinícola de Lavaux. Le conmovió profundamente el hecho de que The Wine Advocate haya alabado su Dézaley Haut de Pierre: “En cada generación desde el siglo XIX, una mujer de nuestra familia se ha ido a los Estados Unidos, a Nueva York, a Los Ángeles o a Florida.”

 www.blaiseduboux.ch

www.arte-vitis.ch

Vendimia, en Lutry, en la localidad de Châtelard.

Vendimia, en Lutry, en la localidad de Châtelard.

El DÉZALEY en el corazón de la región de LAVAUX

Añadas y notas DE CATA

Durante distintas degustaciones, Pierre Thomas (PT) y Jeffrey Kingston (JK) probaron varios Dézaley, la añada más reciente de los cuatro productores y dos más antiguas.

MÉDINETTE 2011,
DOMAINE LOUIS BOVARD, CULLY
Color amarillo intenso; la nariz ligeramente anisada, con flores blancas, piedras calientes; abierto; ataque bastante franco, untuoso y graso en el paladar, largo acabado suave; final de frutos amarillos, almendra (PT). En la nariz aromas de cáscara de limón, abriéndose hacia la manzana y la piña, con notas de vainilla en la boca; impresionante estructura; final largo y especiado (JK).

MÉDINETTE 2008,
DOMAINE LOUIS BOVARD, CULLY
Color amarillo intenso; la nariz picante (que recuerda la añada de 2011), notas de jengibre confitado; ataque que desemboca en aromas de limón confitado; buen final sabroso, todavía joven y fresco (PT). Nariz de piña; gran estructura y abundante acidez en la boca; ¡un verdadero bailarín en el paladar! (JK).

MÉDINETTE 2001,
DOMAINE LOUIS BOVARD, CULLY
Oro profundo; nariz confitada, un poco de menta, hierbas secas, con sutiles olorcillos de hongos y de sotobosque; en la boca hay sabores de cáscara de naranja, de lima; poderoso; ya emana los aromas terciarios; complejo, acidez persistente, enérgico y una nota final de mandarina (PT). Aromas minerales y de cáscara de limón en la nariz; un poco severo y con clase, estructura media, con esa mezcla de sabores de lima y hierbas; intensidad y frescura impresionantes, ¡habida cuenta de que tiene 12 años de edad! (JK).

DÉZALEY MARSENS DE LA TOUR 2009, VASE N° 4,
LES FRÈRES DUBOIS, CULLY
Amarillo con reflejos dorados; la nariz abierta, buena intensidad, con notas de frutos bien maduros de color amarillo, de melocotón; un amplio ataque, suave; graso, con un toque de mantequilla; un vino exuberante y maduro, elegante y complejo; final persistente sobre notas mieladas y minerales (PT).

DÉZALEY MARSENS DE LA TOUR 2004, VASE N° 4,
LES FRÈRES DUBOIS, CULLY
Amarillo dorado; aromas de fruta de la pasión, de mango maduro en la nariz, que se confirma con el ataque en boca; gran vivacidad y magnífico volumen, unión de grasa y de persistencia; notas de ciruela en el final; un bellísimo vino obtenido de una cosecha tardía (20 de octubre) (PT).

Viñedo encima de la Tour de Marsens, en invierno.

Viñedo encima de la Tour de Marsens, en invierno.

DÉZALEY MARSENS DE LA TOUR 2000, VASE N° 4,
LES FRÈRES DUBOIS, CULLY
Reflejos dorados; una nariz de hierba luisa, de limón amarillo confitado; ataque en boca sobre notas ligeramente tostadas y picantes; agradable sensación en la boca; buen equilibrio, con toques de regaliz y una pizca de amargor final; persistencia muy larga (PT).

CHEMIN DE FER 2011,
LUC MASSY, EPESSES
Amarillo intenso; la nariz revela aromas a mantequilla y, luego, aromas de mango maduro; entrada en boca con caramelo; vigor, originalidad; vino redondo, amplio; final sobre frutas amarillas y almendras (PT). Un poco cerrado en la nariz; equilibrio perfecto entre el boniato y la madreselva; un vino elegante y sutil, con un acabado suave (JK).

CHEMIN DE FER 2009,
LUC MASSY, EPESSES
Color muy dorado; la nariz madura, solar, con notas de cerilla consumida; entrada en boca suave, frutas confitadas; opulento, graso; poca acidez; tendencia evolutiva hacia notas de miel de acacia; final de confitería, como el calisson de Aix-en-Provence (pasta a base de almendras trituradas y limón) (PT). Abundantes notas minerales y de madreselvas que explotan en la nariz; rico y redondo, con un toque de uva sobremadurada; albaricoques secos; acabado impresionante; un vino concentrado y con fuerza (JK).

CHEMIN DE FER 2000,
LUC MASSY, EPESSES
Color dorado intenso; nariz de plátano desecado, avellanas tostadas, fruta seca; entrada amplia, grasa; agradable frescura; aromas tostados, de leche de almendras, de golosinas; un magnífico vino, graso, con gran coherencia y notable rectitud (PT). Notas especiadas y de vainilla en nariz, con aromas de melón; espléndido equilibrio (JK).

HAUT DE PIERRE 2011,
BLAISE DUBOUX, EPESSES
Amarillo dorado; nariz mineral, impresión de tierra; una entrada fresca; grasa, savia (¡sin madera!), mineralidad; flores blancas en la boca; potente, casi tánico, con un buen peso en boca, y una pizca de sal. Final con un poco de dióxido de carbono (CO2 ) (PT). Nariz mineral con notas florales de limón verde; entrada en boca con sabor de vainilla; redondo con un maravilloso aroma de albaricoques secos; contraste interesante entre la nariz, más bien discreta y seria, y la boca, abierta y exuberante; extraordinaria riqueza y madurez; final con un suave aroma de limón (JK).

HAUT DE PIERRE 2010,
BLAISE DUBOUX, EPESSES
Color dorado; la nariz agradable revela una amplia gama de aromas, de jalea de membrillo, fruta amarilla, especias dulces; un vino de paladar amplio; pera fresca; mango; especias dulces; buena complejidad; ligero CO2 ; acabado amplio y largo (PT). Nariz mineral y picante; rico y redondo en boca, con notas de melocotón dulce y vainilla; acabado largo (JK).

HAUT DE PIERRE 2003,
BLAISE DUBOUX, EPESSES
Color dorado; nariz amplia, cremosa, de pan dulce, con notas de limón; paladar con aromas de pan de jengibre; un vino con un recorrido largo, fresco, sabor a fruta confitada y una nota ligeramente mielada y aromas de tarta de peras (PT). 2003 fue un año canicular en Europa, y este vino es el reflejo de esa añada muy calurosa; nariz de frutas exóticas (fruta de la pasión), mezcladas con melocotón y albaricoque dulce; rico, maduro y concentrado (JK).

El DÉZALEY en el corazón de la región de LAVAUX

Capítulo 03

La historia y la leyenda del FIFTY FATHOMS

La creación del Fifty Fathoms está cargada de leyendas. Jean-Jacques Fiechter, su inventor y antiguo director de Blancpain, restablece la verdad histórica.

Autores del capítulo

JEFFREY S. KINGSTON
La historia y la leyenda del FIFTY FATHOMS
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