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Capítulo 3

La historia y la leyenda del FIFTY FATHOMS

La creación del Fifty Fathoms está cargada de leyendas. Jean-Jacques Fiechter, su inventor y antiguo director de Blancpain, restablece la verdad histórica.

Autores del capítulo

JEFFREY S. KINGSTON

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JEFFREY S. KINGSTON
La historia y la leyenda del FIFTY FATHOMS
La historia y la leyenda del FIFTY FATHOMS
Número 13 Capítulo 3

Tras cumplir 60 años de existencia, el reloj Fifty Fathoms de Blancpain pasa a ser una leyenda. Una leyenda impregnada de historia. Y es, sin embargo, una historia complicada por el hecho de tener dos linajes diferentes. Por un lado el de Jean-Jacques Fiechter, CEO de Blancpain durante tres décadas, entre 1950 y 1980, apasionado del buceo; y por el otro el Capitán Robert “Bob” Maloubier y el Lugarteniente Claude Riffaud, miembros del Cuerpo de Nadadores de Combate de la Marina francesa, quienes necesitaban un reloj profesional para sus misiones militares de buceo. Estos dos polos se unieron para dar vida a la leyenda.

Blancpain aún no formaba parte de la ecuación cuando al terminar la Segunda Guerra Mundial, Bob Maloubier y Claude Riffaud empezaron a buscar un reloj apropiado para el buceo. Ambos o ciales consideraban que era un elemento esencial para sus buzos y conjuntamente establecieron una lista de exigencias, o si usted pre ere, de criterios, que debería cumplir el reloj de buceo que requerían. Las pruebas que realizaron con relojes que encontraron en las tiendas parisinas fueron desastrosas: los relojes eran demasiado pequeños, de difícil lectura bajo el agua y, peor aún, les entraba el agua por todas partes.

Por su lado, Fiechter se dedicaba de manera ferviente al buceo deportivo y su pasión por esta disciplina estimulaba su espíritu de inventiva. Guiado por sus experiencias personales, Fiechter empezó a afrontar los retos de contar el tiempo bajo el agua. El primer punto en su lista resulta evidente: la hermeticidad (tenga en cuenta los defectos y por consiguiente los fracasos de los primeros relojes que ensayaron Maloubier y Riffaud). Esto lo llevó a desarrollar una corona dotada con doble junta. Como ésta no estaba atornillada, había que preservar al reloj contra una eventual penetración de líquido si la corona se retiraba accidentalmente durante una exploración subacuática. En una circunstancia como ésta, una segunda junta interior aseguraría la hermeticidad del reloj. Jean-Jacques Fiechter registró una patente para su invento. También observó la necesidad incorporar un bisel giratorio destinado a facilitar el cronometraje de la inmersión. Su idea consistía en hacerlo girar para colocar el índice del cero en el lugar opuesto a la aguja de minutos al inicio de una inmersión para poder consultar el tiempo transcurrido bajo el agua mediante la aguja de los minutos y de los puntos de referencia temporales dispuestos en el bisel. Una vez más, la seguridad era el centro de su preocupación. Como se daba cuenta de que cualquier desplazamiento involuntario del bisel provocaría la pérdida de la función vital del recuento temporal, Jean-Jacques Fiechter puso a punto un mecanismo de bloqueo, para el cual también obtuvo una patente, con el objetivo de prevenir un eventual desajuste por accidente.

La historia y la leyenda del FIFTY FATHOMS
A la derecha: Jean-Jacques Fiechter, director de Blancpain de 1950 a 1980.
A la izquierda: Jean-Jacques Fiechter durante un viaje de buceo en el Sur de Francia.

A la derecha: Jean-Jacques Fiechter, director de Blancpain de 1950 a 1980.
A la izquierda: Jean-Jacques Fiechter durante un viaje de buceo en el Sur de Francia.

La PASIÓN DE JEAN-JACQUES FIECHTER por el buceo lo condujo a inventar los elementos esenciales del Fifty Fathoms.

Su sistema se fundaba en la necesidad de ejercer presión en el bisel antes de efectuar un movimiento de rotación. Este dispositivo no sólo ofrecía una garantía contra un desplazamiento involuntario, sino también servía para proteger el bisel contra una fastidiosa intrusión de arena o de sal. También recibió una tercera patente por los tornillos situados en el fondo de la caja. El problema recurrente que presentaban las soluciones anteriores residía en el hecho que la junta de tipo “O-ring” empleada para sellar el fondo podía torcerse durante la jación de la caja o separarse de su alineamiento perfecto. Para excluir este riesgo, Jean-Jacques Fiechter inventó un dispositivo en el cual el “O-ring” se instaba en la ranura con un disco metálico suplementario destinado a mantener la junta en su posición correcta. Además, la legibilidad representaba un factor crucial, en particular durante las inmersiones en aguas turbias. Jean-Jacques Fiechter no dudó en dotar el reloj con un diámetro importante y con un vivo contraste de colores entre el negro y el blanco, así como con agujas e índices luminiscentes. La carga automática del movimiento también resultó ser un elemento clave de su concepción, pues permitía en cierto modo reducir el desgaste de la corona y sus juntas provocado por la carga de la cuerda manual. Por último, como Jean-Jacques Fiechter sabía a ciencia cierta que los elementos magnéticos formaban parte del medio del buceo, equipó a su guardatiempos con una caja interna de hierro dulce que protegía el mecanismo de los perniciosos efectos del magnetismo residual.

Es bien sabido que las grandes mentes que coinciden acaban por encontrarse y esta observación se aplica perfectamente a la idea de crear un reloj que cumpliera con los requerimientos del buceo partiendo de estos dos polos que evolucionaban separadamente: Bob Maloubier y Claude Riffaud en Francia, y Jean-Jacques Fiechter en Suiza. Por su cuenta, ambas partes desarrollaban sus propias ideas para lograr el reloj de buceo perfecto. Bob Maloubier y Claude Riffaud habían elaborado una minuciosa lista de las condiciones requeridas por los nadadores de combate del ejército francés y sus misiones secretas, mientras Jean-Jacques Fiechter, partiendo de sus propias experiencias, seguía el mismo camino. La elaboración de un reloj que incluyera sus propias ideas le daba a Jean-Jacques Fiechter la oportunidad de entregarle a los franceses un reloj que pudieran probar. El reloj pasó las pruebas con honores y se convirtió en un componente esencial para esta unidad especializada del ejército francés y más tarde para otras fuerzas navales del mundo. 

La historia y la leyenda del FIFTY FATHOMS
La historia y la leyenda del FIFTY FATHOMS

¿Por qué recibió el nombre de “FIFTY FATHOMS”? Refiérase a Shakespeare.

Jean-Jacques Fiechter bautizó su creación con el nombre de “Fifty Fathoms”, en memoria del canto de Ariel en La Tempestad de Shakespeare: “A cinco brazas profundas yace tu padre, sus huesos hechos coral”. Le gustaba la referencia a las brazas (fathoms en inglés) shakesperianas. Elevó el número a “ y” (cincuenta) pues la denominación de “ ve fathoms” (cinco brazas) no hubiera evocado la imagen del buceo de profundidad. Además, cincuenta brazas correspondían a la profundidad máxima a la que los buzos podían pretender llegar en aquella época de pioneros.

No obstante, surgió una dificultad a propósito de una cuestión de origen. El Gobierno francés estipulaba que todo el equipo de los nadadores de combate, incluyendo los relojes de buceo, sólo podía ser adquirido a compañías francesas. Esta condición condujo a Blancpain a tratar con Spirotechnique, una sociedad del holding francés Air Liquide. Estos vínculos eran evidentes, pues la lial proponía un amplio surtido de material de buceo. Una de las certificaciones de Spirotechnique llevaba el nombre “Aqualung” y se convirtió en la marca empleada para los relojes Fifty Fathoms vendidos por el operador francés.

Los vínculos entre Blancpain y Spirotechnique desembocaron en un acercamiento con un ilustre personaje, Jacques-Yves Cousteau. En efecto, Air Liquide pertenecía a la familia de la esposa del Comandante Cousteau y esta circunstancia selló el inicio de una colaboración entre Jacques-Yves Cousteau y Spirotechnique cuyo objetivo era el desarrollo de tanques de buceo optimizados, vendidos igualmente bajo la designación “Aqualung”. Jacques-Yves Cousteau le echó el ojo al Fifty Fathoms para el equipo que filmaba las exploraciones subacuáticas del largo metraje El mundo del silencio, premiado con un Oscar en Hollywood y con la Palma de Oro en Cannes.

Algunas controversias dividen a los a cionados al tema de los atributos de la primera generación de relojes Fifty Fathoms. A este respecto, Jean-Jacques Fiechter crea una lista exhaustiva de los criterios determinantes: un índice triangular para el cero sobre el bisel giratorio (remplazado por un rombo en los modelos siguientes), las palabras “Rotomatic” e “Incabloc” en la esfera (las versiones posteriores omitirían estas indicaciones) así como la presencia de los dígitos arábigos 12, 3, 6 y 9, sin olvidar la corona redondeada para evitar que ésta se enganche a una red y, en consecuencia, se arranque, mientras que los modelos posteriores se distinguirían por ancos de forma más cuadrada.

La historia y la leyenda del FIFTY FATHOMS

Algunos coleccionistas apasionados han observado con razón que varias versiones del Fifty Fathoms siguieron los pasos del modelo original en el trascurso de las tres décadas durante las cuales Jean-Jacques Fiechter dirigió Blancpain. Incluso, si resulta imposible describir detalladamente la evolución de este icono a lo largo de este largo período de tiempo, no está de más recordar algunas etapas decisivas.

Como es lógico, para empezar detengámonos a examinar la primera función adicional incorporada al reloj, que se concreta bajo la forma de una indicación relativa a la humedad. Esta característica complementaria vio la luz tras la solicitud simultánea de la Marina francesa y de la americana. Si un líquido cualquiera hubiera logrado penetrar en el interior del reloj, el disco situado a la altura de las 6 horas hubiese señalado el problema pasando del color azul al rojo.

De una manera bastante sorprendente, otra innovación destacada provocó cierta confusión al momento de su aparición en el núcleo de los buzos que habían adoptado el Fifty Fathoms como su reloj fetiche. Perfectamente consciente de que la indicación de la fecha no tenía nada que ver con el mundo submarino, Jean-Jacques Fiechter decidió incluir esta indicación útil en sus guardatiempos y añadió una ventanilla de la fecha en numerosos modelos del Fifty Fathoms. Poco después de haber tomado esta decisión, recibió una carta de un buzo en la que decía: “Estoy muy satisfecho de mi reloj de buceo. Pero constato la presencia de una pequeña ventanilla con un número que cambia de vez en cuando”. Esta frase describe perfectamente el cambio de la indicación de la fecha que se produce cada 24 horas. Los debates acerca de la introducción de la función fecha podrían resultar cómicos en la actualidad. En el universo contemporáneo de los relojes de buceo con vocación elegante, las complicaciones que no están estrictamente vinculadas a la práctica de la exploración submarina son ávidamente codiciadas por los apasionados de la Alta Relojería, quienes consideran, con toda razón, que ellas aportan un complemento apreciable a la apariencia general de su reloj. Así, en la colección actual de Fifty Fathoms, Blancpain no sólo propone indicaciones como la fecha, sino también cronógrafos, calendarios completos con fases de la luna y tourbillons.

La famosa versión “No Radiations” del Fifty Fathoms, realizada durante la década de los 50, no fue bien acogida durante mucho tiempo por falta de comprensión. Aquí también, la historia y la leyenda están en desacuerdo. Según la leyenda, el redondel amarillo con el símbolo atómico, el segmento de círculo y la inscripción “No Radiations” guraba en los modelos civiles del Fifty Fathoms para distinguirlos de las variantes militares cuyas agujas e índices estaban revestidos con materiales radioactivos como el radio, para permitirle brillar en la oscuridad. La historia expuesta por Jean-Jacques Fiechter di ere de este relato. En efecto, la inscripción “No Radiations” se colocaba en el reloj para destacar que Blancpain empleaba tritio esencialmente no radioactivo para hacer que las indicaciones fueran luminiscentes en la penumbra. No obstante, Blancpain empleaba el tritio en todos los Fifty Fathoms,

Instrucciones relativas al uso del bisel giratorio original con su dispositivo de bloqueo.

Instrucciones relativas al uso del bisel giratorio original con su dispositivo de bloqueo.

La historia y la leyenda del FIFTY FATHOMS

LAS NUMEROSAS VARIANTES de diseño que surgieron en el transcurso del tiempo jamás alteraron su función de reloj de buceo.

incluyendo los modelos militares, y jamás recurrió al radio radioactivo. Así, esta precisión no indicaba en absoluto una diferencia en el material empleado, sino señalaba simplemente la ausencia de un elemento que hubiera podido suscitar inquietudes legítimas en el público.

Otra variante producida por Blancpain bajo la dirección de Jean-Jacques Fiechter fue el Fifty Fathoms con una caja de forma cojín sin asas. La demanda procedía del Ejército alemán y numerosas variantes que vieron la luz a lo largo de los años a partir de este elemento estilístico fundamental fueron propuestas en la línea Fifty Fathoms durante la década de los 70. Los modelos producidos para el Ejército alemán llevaban en la esfera la mención “3H” en el interior de un círculo. Una versión particularmente especial destacó por la falta de bisel giratorio, ya que en este modelo dicha pieza había sido remplazada por un anillo móvil sobre la esfera.

Pero la historia del Fifty Fathoms no sería completa sin un capítulo consagrado a Allen Tornek, un negociante de diamantes establecido en la Calle 40 de Nueva York. Jean-Jacques Fiechter lo conoció a través de su hermano René Fiechter, quien vivía en los Estados Unidos de América. Incluso si Betty, su tía, ya había comercializado movimientos Blancpain en los Estados Unidos antes de la Segunda Guerra Mundial (los reglamentos aduaneros imponían obstáculos a la importación de relojes terminados), Blancpain prosperó realmente en este país desde el momento en que se intensi caron los contactos entre Jean-Jacques Fiechter y Allen Tornek. En efecto, éste descubrió inmediatamente la oportunidad de vender Fifty Fathoms a la Marina americana. Las características exigidas por la “Navy” eran complejas y ninguna manufactura relojera americana había logrado satisfacerlas (hoy resulta difícil de recordar que los Estados Unidos tenían una industria relojera activa y oreciente que acumulaba éxito tras éxito). Una de las condiciones estipulaba que sólo las sociedades establecidas en los Estados Unidos estaban habilitadas para abastecer al Ejército americano, un criterio que por supuesto Blancpain no podía cumplir. No obstante, esta prohibición no se aplicaba a Allen Tornek, quien creó un pequeño laboratorio que le permitía probar y certificar los relojes en suelo americano. El contraataque lanzado por Allen Tornek y Blancpain conoció un éxito inmediato y el famoso Fifty Fathoms “Milspec 1” se convirtió rápidamente en el reloj de buceo de las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Aparte de la mención “Milspec 1” que aparecía en la esfera, esta edición del Fi y Fathoms poseía una caja con un acabado mate. El primer pedido de la Marina ilustró las dificultades encontradas para tomar en cuenta las extrañas y desalentadoras exigencias: la “Navy” quería recibir exactamente 611 ejemplares del reloj y nadie logró comprender por qué ni cómo las instancias gubernamentales habían llegado a determinar este número tan particular

Un antiguo modelo con la inscripción “No Radiations”

Un antiguo modelo con la inscripción “No Radiations”

La historia y la leyenda del FIFTY FATHOMS
La historia y la leyenda del FIFTY FATHOMS

Cuando MARC A. HAYEK tomó el mando de Blancpain, le dio un nuevo impulso a la evolución del Fifty Fathoms.

Años después apareció el “Milspec 2”. Esta edición realmente inaudita fue construida para ser antimagnética, lo que signi ca que la cantidad de materiales magnéticos contenidos en el reloj se había reducido a la más mínima expresión para evitar que el reloj desactivase los detonadores de las bombas y los torpedos. La caja estaba elaborada en un acero antimagnético con una fórmula especí ca mientras los componentes de acero del movimiento estaban hechos de berilio, un material más blando que el acero, pero cuyas características cumplían perfectamente con los objetivos militares para quienes la resistencia a las rayas y la longevidad del mecanismo tenían una importancia secundaria. Además, el acabado arenado de la caja le daba un aspecto mate que minimizaba el riesgo de re exión aumentando la discreción del “Milspec 2”. Estas versiones llevan en su esfera la simple inscripción “Milspec”. Este modelo ultra-especializado –que algunos no dudarían en tildar de “Milspec absoluto” y que fue bautizado TR-900 por Allen Tornek–, se produjo en muy pequeñas cantidades. Las fuerzas navales de los Estados Unidos sólo ordenaron 780 ejemplares en 1964 y unas trescientas piezas suplementarias en 1966.

Jean-Jacques Fiechter renunció a sus funciones de director general de Blancpain en 1980 y su partida generó una interrupción temporal de la evolución del Fitfy Fathoms. Sólo veinte años después, en 1999, Blancpain creó un nuevo modelo, el Fifty Fathoms de la colección Trilogía, lanzado durante la era de Jean-Claude Biver.

Sin embargo, el verdadero renacimiento se produjo bajo la égida de Marc A. Hayek. Ésta empezó con la presentación del Fifty Fathoms Anniversary en 2003, en una edición limitada a 50 relojes que hoy se han convertido en piezas muy codiciadas por los coleccionistas. No obstante, el Anniversary fue sólo el preludio de un nuevo lanzamiento de la colección Fifty Fathoms, que se llevó a cabo en 2007. Desde entonces, se ha impuesto rmemente como uno de los pilares de la Manufactura Blancpain contemporánea y, año tras año, no ha dejado de enriquecerse con modelos apasionantes. 

Jean-Jacques Fiechter en 2013.

Jean-Jacques Fiechter en 2013.

Capítulo 04

Gombessa EL PEZ QUE DESAFÍA EL tiempo

Blancpain patrocina la expedición de Laurent Ballesta

Autores del capítulo

LAURENT BALLESTA
Gombessa EL PEZ QUE DESAFÍA EL tiempo
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