Skip to main content

Capítulo 4

Villeret Tourbillon 12 JOURS

Blancpain presenta un tourbillon totalmente inédito y a la vez con una apariencia familiar.

Autores del capítulo

JEFFREY S. KINGSTON

Autores del capítulo

JEFFREY S. KINGSTON
Villeret Tourbillon 12 JOURS
Villeret Tourbillon 12 JOURS
Número 15 Capítulo 4

UNA RESERVA DE MARCHA SIN IGUAL de doce días.

Concentrémonos en el simbolismo del número doce. Las referencias son innumerables. Para empezar, tenemos los doce meses del año, los doce animales del calendario chino y los doce signos del Zodiaco. Pues bien, descártelos. Descarte también los doce trabajos de Hércules, las doce divinidades principales de la mitología griega y, aunque menos conocidas, las doce salas imponentes del paraíso escandinavo. Siga descartando ahora los doce leones que, según la leyenda, ornamentaban el trono de Salomón y los doce planetas del sistema solar (aunque hoy en día tendríamos que dejar de lado a Plutón, que ha perdido su estatus de planeta, y añadir otros cuerpos celestes que los astrónomos piensan que fueron destruidos). Después de todos esos descartes llegamos, finalmente, a nuestro objetivo: los doce días de reserva de marcha del Villeret Tourbillon 12 Jours de Blancpain.

Antes de examinar en detalle el Villeret Tourbillon 12 Jours y su nuevo calibre 242, vale la pena detenerse a considerar brevemente los principios fundamentales del tourbillon. El objetivo de este mecanismo, inventado y patentado por Abraham-Louis Breguet en 1801, consiste en mejorar la precisión. Cuando se llevan en posición vertical, todos los relojes están sujetos a pequeñas variaciones de marcha provocadas por la gravedad. En algunos, la fuerza de la atracción terrestre provoca un cierto adelanto; en otros, un ligero atraso. El objetivo esencial del tourbillon reside precisamente en suprimir estos errores de marcha. Para ello, el órgano regulador del reloj se coloca en una jaula que gira constantemente 360 grados, con lo que se consigue que el escape y el volante pasen por todas las posiciones de adelanto y atraso, anulándose mutuamente. La construcción clásica, descrita en la primera patente y puesta en práctica desde entonces, se fundamenta en una jaula que soporta el volante y el escape al tiempo que gira en torno a una rueda fija. Como en todos los tourbillons, y a diferencia del carrusel de Blancpain, que también compensa las variaciones de marcha con la rotación de los componentes del órgano regulador, la rotación de la jaula está directamente vinculada con el escape. La energía proporcionada por el tren de ruedas para asegurar la revolución de la jaula también alimenta el escape, y si por algún motivo se interrumpiera la rotación en torno a la rueda, el reloj dejaría de funcionar.

Villeret Tourbillon 12 JOURS
Villeret Tourbillon 12 JOURS

El nuevo tourbillon ofrece MEJORAS SUTILES Y ESENCIALES AL MISMO TIEMPO.

Empecemos el examen del calibre 242 por su volante. Esta pieza está confeccionada en glucydur tratado con oro negro y presenta brazos en forma de media espiral. Su aro está curvado en cada una de las cuatro cavidades que albergan los tornillos de regulación de oro. Gracias a las hendiduras practicadas, las cabezas de los tornillos no sobrepasan la circunferencia del volante. Esta particularidad permite incorporar un volante de dimensiones más generosas en el interior de la jaula. Con sus 7,95 milímetros de diámetro, el volante del calibre 242 es el más grande de todos los relojes con tourbillon de Blancpain. Como los tornillos de regulación están dispuestos en cavidades, las alternancias del volante hacia adelante y hacia atrás encuentran menos resistencia al aire, en particular cuando este pasa cerca de los pilares de la jaula. En cuanto a la espiral, está realizada en silicio, como corresponde a un producto altamente tecnológico.

Aunque la jaula del tourbillon presenta una forma idéntica a la de sus predecesores, es la más grande jamás construida por Blancpain. El posicionamiento del volante en el exterior del centro de rotación permite una construcción más fina. Esta disposición ofrece la posibilidad de colocar la horquilla y la rueda del áncora en un mismo plano, de modo que el tictac del reloj se puede observar con facilidad mientras el tourbillon progresa en su rotación. Para conservar las tradiciones de Blancpain, la parte alta de la jaula, que alberga el escape, posee una punta que sirve de segundero.

Una atenta inspección de la apertura del tourbillon permite descubrir una diferencia radical y cuatro sutiles modificaciones con respecto a las creaciones anteriores de Blancpain. En el resto de tourbillons, el puente de la jaula atraviesa todo el fondo del movimiento. Este elemento tiene una doble importancia. En efecto, en las construcciones de tourbillon habituales, la jaula está fijada entre dos soportes, el primero por el lado de la esfera y el segundo sobre el fondo del movimiento. Blancpain realizó un avance crucial en el ámbito de la relojería al presentar el primer tourbillon volante un minuto del mundo. El término de “tourbillon volante” se aplica a un tourbillon cuyo soporte superior, constituido por lo general por un puente, se ha retirado para garantizar al propietario del reloj una visión sin obstáculos. Por consiguiente, la fijación del tourbillon solo está asegurada por un soporte inferior. En el calibre 242, el puente transversal tradicional de Blancpain ha sido reemplazado por un puente curvado dispuesto en torno a la rueda de arrastre del piñón que provoca la rotación de la jaula y, por supuesto, del escape. Esta construcción sin puente por el lado de la esfera corresponde, sin lugar a dudas, a la definición de un tourbillon volante. Como la jaula es más grande, el piñón destinado a arrastrar el tourbillon también debe ser más importante. Por ello, posee catorce alas en lugar de las siete presentadas en los anteriores tourbillons de Blancpain.

Recuerde que este piñón dirige simultáneamente la rotación de la jaula y del escape. Esto nos conduce a examinar otra diferencia sutil: la rueda fija. El principio fundamental de todos los sistemas de tourbillon reside en la rotación de la jaula y de los componentes del órgano regulador (el volante y el escape) en torno a una rueda fija. El rodaje del reloj proporciona la energía al piñón de la jaula con el escape, que gira en torno a la rueda fija. Mientras que los otros tourbillons de Blancpain emplean una rueda fija, por lo general maciza, el calibre 242 se caracteriza por su apariencia etérea y su rueda calada con brazos.

La última diferencia sutil observable a través de la apertura del tourbillon es, en realidad, un elemento que permanece oculto a las miradas. En los otros calibres con tourbillon, el borde superior de la rueda de las horas sobresale por el fondo. Ahora, esta rueda es totalmente invisible, ya que está dispuesta debajo de la esfera. Un aspecto, sin embargo, permanece constante: el soporte del tourbillon volante está formado por un rodamiento de esferas de cerámica, como en todos los tourbillons de Blancpain.

La modificación final, que surgió durante un minucioso estudio del tourbillon, requiere una fina observación. En lugar de situarse sobre el nivel de la platina, la parte superior de la jaula del tourbillon adopta una posición elevada, en concreto 0,6 milímetros por encima de la platina superior del movimiento. El calibre 242 comparte esta característica con carruseles de Blancpain, que también elevan la cumbre de la jaula sobre la platina superior. La razón de esta decisión es obvia: permite aumentar la visibilidad.

EL ROTOR CALADO permite contemplar los puentes del movimiento guillochés a mano. 

Llegó el momento de girar el reloj. La decoración de los puentes del movimiento atrae inmediatamente la mirada del conocedor, ya que están finamente guillochés a mano con un motivo flinqué. Confeccionado en platino o en oro rojo, según las versiones, el rotor de armado también está ornamentado con un motivo grabado. No obstante, su forma llama la atención.

Está calado para permitir observar la decoración de los puentes del movimiento, lo que exigió una incontestable inventiva. Retirar la materia que ocupaba el espacio ahora abierto reducía la masa del rotor y perjudicaba la efi cacia de armado. Para contrarrestar este inconveniente, los maestros relojeros de Blancpain recurrieron a una astucia consistente en extender el borde del rotor más allá de su superfi cie, hacia el exterior del perímetro del movimiento. De este modo, la masa retirada para crear el calado se restituye al rotor, que asegura un óptimo armado.

Otra sutileza concierne al sistema de carga automática. Los otros tourbillons automáticos de Blancpain montan el rotor sobre un puente ubicado encima de los otros puentes del movimiento. En el Villeret Tourbillon 12 Jours, el mecanismo de armado se sitúa en el mismo nivel, característica que permite disminuir el grosor del reloj y obtener una superficie plana para la decoración guilloché realizada a mano.

Villeret Tourbillon 12 JOURS

Como corresponde a un reloj tan sofisticado, la esfera está realizada en ESMALTE GRAN FUEGO. 

En un reloj dotado de una autonomía de doce días resulta muy útil disponer de una indicación de la reserva de marcha. Esta aparece en el fondo del reloj, en un disco grabado sobre el cual una flecha esculpida en un pequeño puente indica la energía restante. Un momento de refl exión basta para darse cuenta de que solo existen dos situaciones en las que el propietario desea conocer el estado de la reserva de marcha: por la mañana, antes de ceñir el reloj a su muñeca, para asegurarse de que tiene cuerda sufi ciente antes de empezar el día, y por la noche, para verificar que tiene la energía necesaria para funcionar durante el tiempo de descanso. En ambos casos, es muy práctico consultar la indicación situada en el fondo del reloj y de esta forma no se carga la esfera con una información que solo es importante en el momento de ponerse y quitarse el reloj. Además, el desplazamiento de esta función al reverso confiere al Villeret Tourbillon 12 Jours una elegancia muy particular.

Por último, como corresponde a un reloj tan sofisticado, la esfera está confeccionada en esmalte gran fuego. El Villeret Tourbillon 12 Jours está disponible en dos versiones de 42 milímetros, una con caja de oro rojo y la otra con caja de platino. Esta última versión se editará exclusivamente en una serie limitada de 188 ejemplares. 

Villeret Tourbillon 12 JOURS

Capítulo 05

EL BORDADO DE SUZHOU

El arte impresionante de “pintar” con seda.

Autores del capítulo

JEFFREY S. KINGSTON
EL BORDADO  DE SUZHOU
Seguir leyendo

Otros números

Seleccionar el idioma

Español

No se pierda el último número

Suscribirse a los números nuevos
Suscribirse a los números nuevos