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Capítulo 8

MOKARRAN

Una expedición para proteger al mayor de los tiburones martillo y un Bathyscaphe dedicado a la misión.

Autores del capítulo

ROGER RÜEGGER

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ROGER RÜEGGER
MOKARRAN
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Número 21 Capítulo 8

Marc A. Hayek, CEO de Blancpain, APOYA PERSONALMENTE a la Mokarran Protection Society.

Blancpain no solo está profundamente vinculada a la historia del buceo y la exploración submarina, sino que también se ha convertido en una fuerza clave para proteger la biodiversidad de los océanos. Fundado en 2014, el proyecto Blancpain Ocean Commitment (BOC) es un programa único que ha ayudado a dar vida a una serie de iniciativas medioambientales (algunas de ellas en marcha y apoyadas por Blancpain antes de que se lanzara el BOC). Un ejemplo reciente es el proyecto que lleva a cabo la Mokarran Protection Society para medir e identificar a los tiburones martillo gigantes en la Polinesia francesa y para sentar las bases que permitan realizar esfuerzos de conservación más eficaces en el futuro. El reloj dedicado a este proyecto fue el primer Fifty Fathoms Bathyscaphe con esfera y bisel verdes, lanzado en edición limitada de 50 unidades (ref. 5005-0153- NAB A). También fue la primera versión sin fecha del Bathyscaphe de Blancpain con una caja de 43,6 mm.

Blancpain forma parte de la comunidad del buceo desde el principio: Jean-Jacques Fiechter, nacido el 25 de mayo de 1927 y co-CEO de Blancpain entre 1950 y 1980, fue un ávido submarinista y uno de los primeros en darse cuenta de que, además de las máscaras, las aletas, los medidores de profundidad y las botellas de oxígeno, los buzos también necesitaban un dispositivo de cronometraje especializado, un instrumento fiable que pudiera indicar el tiempo de inmersión de un solo vistazo. En la década de 1950, Fiechter comenzó las pruebas que darían lugar al Fifty Fathoms en 1953, implementando nuevas ideas para el fondo de la caja y la junta de la corona que protegían mucho mejor el reloj automático de la presión constante del agua. Ambos diseños dieron lugar a nuevas patentes. Además, y también debido al hecho de que los cronógrafos manuales no podían funcionar bajo el agua en ese momento de la historia de la relojería, Fiechter y su equipo introdujeron el icónico bisel unidireccional, que permitía al usuario controlar mejor el tiempo que pasaba bajo el agua. Dado que los buzos profesionales representaban un mercado potencial comparativamente limitado, el cada vez más popular segmento del buceo recreativo fue clave para el éxito comercial del modelo: «El Bathyscaphe fue el siguiente paso y permitió a un nuevo público entrar en contacto con el buceo y descubrir el mundo submarino», recordó Fiechter en 2013, cuando Blancpain lanzó el primer modelo del actual Bathyscaphe para conmemorar el 60.º aniversario de la colección Fifty Fathoms. Añadió, visiblemente emocionado: «Es casi un milagro que 60 años después haya otro submarinista apasionado al frente de la empresa».

Marc A. Hayek, nacido el 24 de febrero de 1971, admitió una vez en broma que, si le daban a elegir, prefería «estar bajo el agua que alrededor de las mesas de las salas de reuniones». Como CEO de Blancpain y buzo apasionado, ya había relanzado con éxito la actual generación del Fifty Fathoms en 2007 (tras la edición más pequeña del 50.º aniversario de 2003), año en que también se introdujo un nuevo movimiento de manufactura, el calibre 1315, dotado de una reserva de marcha de cinco días. Al relanzamiento del Bathyscaphe en 2013 le siguió, en 2014, la puesta en marcha de la iniciativa Blancpain Ocean Commitment con el Fifty Fathoms Bathyscaphe Flyback Chronograph Ocean Commitment I (ref. 5200-0240-52A), animado por el nuevo movimiento F385, así como el uso, por primera vez, de cerámica de alta tecnología para fabricar la caja.

Tras el éxito de este reloj, Blancpain amplió la iniciativa en 2016 con la ref. 5200-0310- G52A Cronógrafo Bathyscaphe con caja de cerámica azul y presentó en 2018 el tercer reloj BOC (ref. 5008-11B40-52A). Las tres piezas se lanzaron en ediciones limitadas de 250 unidades y las ventas generaron una donación de 1000 euros por cada reloj de la serie, que se añadieron a la financiación anual concedida por Blancpain. Los coleccionistas de estos codiciados relojes en edición limitada también recibieron la membresía del Blancpain Ocean Commitment Circle, lo que les dio acceso a ventajas exclusivas, como invitaciones a eventos privados del BOC y charlas sobre las expediciones científicas en curso financiadas por Blancpain.

Aunque la aún más exclusiva Edición Limitada Mokarran (ref. 5005-0153-NAB A) no era oficialmente una edición BOC, Blancpain decidió incluir un código de acceso para formar parte del BOC Circle y una fotografía enmarcada de la misión de enero. Fue un paso más hacia la sensibilización del público, así como hacia el logro de los objetivos de la marca de ayudar a comprender, preservar y proteger los océanos del mundo.

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No es de extrañar que los tiburones tengan una presencia constante en la vida y la cultura de los pueblos polinesios, pues son conocidos como ma'ohi y viven en armonía con los ma'o (el nombre tahitiano del tiburón martillo gigante es ma'o tuamata).

No es de extrañar que los tiburones tengan una presencia constante en la vida y la cultura de los pueblos polinesios, pues son conocidos como ma'ohi y viven en armonía con los ma'o (el nombre tahitiano del tiburón martillo gigante es ma'o tuamata).

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Lo mismo puede decirse de la recién fundada Mokarran Protection Society; su presidente, Jean Marie Jeandel, ve a la ONG como una «alianza de competencias para entender mejor al tiburón martillo gigante». El creciente equipo de biólogos, informáticos y buzos comenzó a operar a partir de diciembre de 2019 desde el centro de buceo Rangiroa Plongée, que a su vez ha estado apoyando diferentes proyectos de conservación de los océanos desde que se puso en marcha en 2008. Al igual que en proyectos anteriores, Blancpain se comprometió a realizar una donación adicional de 1000 dólares por reloj.

Rangiroa, a menudo llamado la «laguna infinita», es el mayor atolón del archipiélago de Tuamotu, un grupo de aproximadamente 80 islas y atolones de la Polinesia francesa que forman una de las mayores cadenas de atolones del mundo. Está situado a unos 350 kilómetros al noreste de Tahití y en él viven unas 2500 personas. Junto con Fakarava, en las islas Tuamotu, Rangiroa está considerado un importante destino de buceo por sus aguas cristalinas y su abundante vida marina, con más de 800 especies, así como una de las mayores concentraciones de tiburones del mundo. Jacques-Yves Cousteau la clasificó como «uno de los lugares de buceo más bellos del mundo». Una de las razones es que cada marea alta crea una fuerte corriente entrante, mientras que cada marea baja crea una fuerte corriente saliente en los dos pasos del atolón, Tiputa y Avatoru. Cuando la corriente fluye hacia dentro por el paso de Tiputa, los tiburones se reúnen en la entrada. También se pueden encontrar mantarrayas gigantes, rayas águila, tortugas, morenas, bancos de barracudas, tiburones grises de arrecife o tiburones punta negra, así como tiburones tigre y, en ocasiones, tiburones martillo.

Los tiburones martillo gigantes no son presa de otros animales marinos, pero son vulnerables a la sobrepesca. Se capturan accidentalmente y son objeto de comercio por sus aletas. Con el fin de mejorar la protección de la especie, los miembros de la Mokarran Protection Society estudian su comportamiento, sus patrones de migración, su población y su biología, todo ello con vistas a fomentar la aplicación de estrategias de gestión adecuadas.

En enero de 2020, Marc A. Hayek, presidente y CEO de Blancpain, viajó a Rangiroa (Polinesia francesa) para participar como cámara submarino voluntario en una expedición científica dedicada al estudio del tiburón martillo gigante (Sphyrna mokarran). Esta primera misión, organizada en colaboración con la Mokarran Protection Society, tenía como objetivo observar el comportamiento de este gran depredador en la naturaleza para identificar y censar su población en aguas polinesias.

El tiburón martillo gigante es el más grande de su especie, formada por nueve tiburones martillo diferentes. Alcanza una longitud de aproximadamente 6 metros y un peso de hasta 450 kg. Se encuentra en aguas tropicales y cálidas de todo el mundo, y habita en zonas costeras y en la plataforma continental. El tiburón martillo gigante se distingue de otros tiburones martillo por la forma de su «martillo» (llamado cefalofoil), que es ancho, con un margen frontal casi recto, y por su primera aleta dorsal, alta y en forma de hoz. Los tiburones martillo pueden percibir los campos electromagnéticos y sus ojos anchos les dan un mayor alcance visual. Depredador solitario y gran nadador, se alimenta de una vasta variedad de presas, desde crustáceos y cefalópodos hasta peces óseos, pasando por pequeños tiburones y rayas. A diferencia de los otros tiburones de su especie, los tiburones martillo gigantes son solitarios y recorren largas distancias en sus migraciones, hasta 1200 km solos.

La Mokarran Protection Society, formada en su mayoría por voluntarios, ha estado trabajando in situ con una técnica no invasiva llamada fotogrametría láser —básicamente un panel con dos láseres paralelos y una cámara digital—, que les permitió proyectar marcas láser para medir, identificar de forma fiable y seguir a ejemplares de tiburón a lo largo del tiempo. Los buzos se movieron simultáneamente en diferentes zonas, utilizando circuito abierto y recicladores, a profundidades de hasta 70 metros. Aplicaron métodos de aproximación respetuosos para minimizar su efecto en el entorno del gran depredador. 

El resultado de este esfuerzo sentará las bases para mejorar las actividades relacionadas con la conservación de la especie. Marc A. Hayek apoyó personalmente a la Mokarran Protection Society durante varios días, utilizando su propio equipo de cámara y su reciclador (los recicladores permiten tiempos de inmersión más largos y una mayor profundidad, maximizan el límite de no descompresión de un buzo, crean menos burbujas —cuando las crean— y casi no hacen ruido bajo el agua, lo que los hace mucho mejores para tareas como esta). Para él también fue una especie de vuelta a casa: «Cuando vine por primera vez a Rangiroa en 2012 me enamoré inmediatamente de esta hermosa criatura. Al mismo tiempo, me di cuenta de que no sabemos casi nada sobre la especie y su comportamiento. En comparación con otros proyectos que apoyamos en años anteriores, este se basa en voluntarios y tiene como objetivo tratar de averiguar más sobre la vida de los tiburones martillo aquí. El primer paso fue asegurarse de que este escualo está oficialmente reconocido y registrado en esta zona y crear una base de datos para que otros científicos puedan continuar desde aquí. Algunos de ellos, como Tatiana Boube, ya forman parte del equipo, y estoy muy contento de apoyarlos en este proyecto en una etapa temprana de sus carreras». Y añadió: «Es absolutamente urgente comenzar este trabajo ahora; al principio temía que solo encontráramos dos o tres tiburones diferentes. Ahora parece que hay un poco más de lo que esperaba, y que muchos de los comportamientos (observados) del tiburón martillo que creíamos conocer tendrán que ser revisados».

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Para Marc A. Hayek existe una conexión mucho más personal con el tiburón martillo: «Nunca tuve la intención de convertirme en instructor de buceo, pero para poder llegar tan profundo con la cámara tuve que obtener el certificado de profesional de buceo. Durante mi examen final, que hice aquí, en el paso, hace un par de años, me encontré con el mayor tiburón martillo que jamás había visto. Nadó junto a nosotros, hizo contacto visual y luego desapareció en las profundidades. Cuando me di cuenta de la importancia de este encuentro lo sentí como un rito de iniciación. Me dieron el visto bueno para bucear aquí mismo, en el paso, lo que fue a la vez aleccionador y muy emotivo».

La edición Mokarran del Blancpain Fifty Fathoms Bathyscaphe no solo apoya la labor de la Mokarran Protection Society, sino que también introduce un nuevo color en la colección, con una esfera verde intenso y un bisel unidireccional dotado de una inserción de cerámica verde a juego con indicadores de Liquidmetal™. Este último es un material patentado que se utiliza en otros relojes Blancpain y en otras marcas del Grupo Swatch. El índice luminiscente situado a las 12 horas es una fiel reproducción del utilizado en los relojes Fifty Fathoms originales de los años 50. La caja, de 43,6 mm de diámetro, es hermética hasta 300 metros y está hecha de cerámica negra con asas biseladas y un acabado satinado. La nueva esfera verde con acabado soleado presenta agujas centrales de las horas y los minutos que evocan el aspecto del original de la época, y se ha eliminado la fecha, normalmente situada en una pequeña ventanilla entre las 4 y las 5 horas, lo cual es una primicia en la versión de 43,6 mm. Por su parte, el gran segundero central con punta roja cumple la importante función, para quienes bucean con este reloj, de ser un indicador de funcionamiento.

El reloj está equipado con el calibre 1318 de cuerda automática de Blancpain, un movimiento robusto formado por 204 componentes, 35 rubíes y un elevado nivel de rendimiento cronométrico (precisión horaria). Sus tres barriletes acoplados en serie proporcionan una impresionante reserva de marcha de cinco días. El movimiento, visible a través del fondo de zafiro transparente del reloj, tiene una espiral de silicio, un material que presenta varias propiedades clave: una densidad que lo hace especialmente ligero, una gran resistencia a los golpes y una protección frente a los campos magnéticos. Esto ayuda a optimizar la geometría de la espiral, mejorando así el isocronismo del movimiento y, en última instancia, la precisión del reloj. El calibre 1318 de Blancpain también está equipado con un volante de Glucydur con tornillos de regulación micrométricos de oro de cabeza cuadrada para mejorar la precisión y permitir un ajuste eficaz. Y como guiño a esta apasionante exploración, la masa oscilante de oro está grabada con un tiburón martillo.

Como era de esperar, la edición limitada del Fifty Fathoms Bathyscaphe Mokarran de 50 unidades se agotó rápidamente, por lo que encontrar uno es tan difícil como bucear con un tiburón martillo gigante. La buena noticia, sin embargo, es que la Manufactura ha incluido recientemente esos distintivos colores verdes de la esfera y el bisel en el Bathyscaphe Flyback Chronograph: el Fifty Fathoms Bathyscaphe Chronographe Flyback (ref. 5200 0153 B52A con correa de tela de vela, ref. 5200 0153 NABA con correa NATO) está disponible como modelo de la colección ilimitada. La mejor noticia, no obstante, es que la Mokarran Protection Society ha podido dar un primer paso para preservar mejor una especie en peligro crítico de extinción, aumentando así las posibilidades de que las futuras generaciones de buzos se sigan encontrando con ella.

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Un santuario para el TIBURÓN MARTILLO GIGANTE

En diciembre de 2019, la Mokarran Protection Society, que tiene su sede en Rangiroa (Polinesia francesa), puso en marcha la primera fase de un estudio comportamental exhaustivo sobre el tiburón martillo gigante (Sphyrna mokarran), que cada año atraviesa el segundo atolón más grande del mundo (por lo general entre diciembre y marzo). La bióloga marina francesa Tatiana Boube, ingeniera medioambiental y coordinadora científica del proyecto, explica: «El tiburón martillo gigante es una de las especies más emblemáticas del océano, pero aún se le conoce muy poco en todo el mundo». Recurriendo a la fotogrametría láser y a la fotoidentificación, un equipo de buzos y biólogos marinos experimentados decidió determinar la conectividad entre individuos, en particular sus rutas migratorias, un paso esencial para elaborar y poner en marcha proyectos de conservación de la especie en toda su área de distribución. Aunque están protegidos en la Polinesia francesa, en realidad se sabe muy poco sobre los tiburones martillo, que están en peligro crítico de extinción. Boube continúa: «Existe una sensación de misterio en torno a lo que está sucediendo en Rangiroa. Es uno de los dos únicos lugares en el mundo (junto con las Bahamas) donde se puede encontrar esta especie en grave peligro de extinción, y sin embargo nunca se ha realizado un estudio para comprender qué está sucediendo aquí: "¿De dónde vienen y adónde van?"».

En resumen, hasta hace poco la Polinesia podía considerarse como una zona fundamental para el tiburón martillo gigante, en la que se alimentaba, se reproducía y criaba, o sencillamente como una zona en la que se había instalado. Boube explica: 

«Como partíamos de cero, el objetivo principal de la primera temporada fue obtener una descripción básica de las características de la población en términos de proporción machos/hembras, tamaño de la población (número de individuos diferentes observados durante la temporada), madurez sexual de los individuos (indicada por el tamaño del animal) y fidelidad estacional al lugar (¿se observan individuos durante toda la temporada, signo de un posible comportamiento de fidelidad al emplazamiento, o solo hacen escala en su ruta migratoria?). También estudiamos los factores ambientales potenciales y su influencia en los avistamientos de tiburones martillo gigantes en el paso».

Entre enero y febrero de 2020, el equipo de buceo de la asociación sin ánimo de lucro pasó más de 300 horas bajo el agua (a profundidades de hasta 70 metros) para detectar, observar y registrar a los tiburones. Su objetivo final era crear una base de datos completa, compuesta de fotos y de una descripción detallada de cada individuo. «Nos basamos en las características distintivas presentes en el cuerpo de los tiburones para distinguir a cada uno de ellos: aletas dañadas, pigmentación y otros detalles», explica Boube. «La fotogrametría láser, por su parte, proporcionó a distancia las medidas exactas de cada tiburón. Cada individuo identificado posee ahora su propio "carnet de identidad", lo que nos permite comparar a los futuros individuos detectados en el paso a lo largo del año, pero sobre todo en las nuevas temporadas altas. Así podremos establecer dónde residen estos individuos».

En la primera fase del proyecto se registraron 135 encuentros submarinos, de los cuales 63 fueron lo suficientemente cercanos para obtener mediciones adecuadas. En base a este trabajo se registraron 29 individuos. Sorprendentemente, solo cuatro de ellos se pudieron observar durante la temporada, lo que permite concluir que un pequeño grupo de individuos pasa la temporada en la zona, mientras que la mayoría de los tiburones parece pasar por el atolón como una etapa de una ruta migratoria mucho más larga. Boube precisa: «Aunque todavía no sabemos si abandonan las aguas de la Polinesia en su migración, contrariamente a los informes de los instructores de buceo locales, sí sabemos que no hay solo cinco o diez residentes estacionales, sino al menos 29, y solo hembras sexualmente maduras, de las cuales la gran mayoría muestra una baja fidelidad al sitio. Al parecer tienden a no quedarse más de un mes o unos días en la zona».

Con esta información, esencial para la protección del tiburón martillo gigante, el equipo regresó a Tiputa para la segunda fase del proyecto. Boube explica: «Desde un punto de vista científico, el equipo tiene como objetivo completar y reevaluar el trabajo de identificación efectuado en la última temporada (número de individuos, proporción de machos y hembras, y tamaños) en un período de muestreo más largo. Investigamos la posibilidad de que exista una residencia interanual, si se vuelven a ver los individuos de la temporada pasada. Al mismo tiempo, el equipo también está explorando la migración a pequeña escala entre Rangiroa y Tikehau (un atolón cercano, situado a unos 65 km de Rangiroa) y está efectuando los mismos trabajos de identificación. Si existe una correspondencia, sería el inicio de un modelo de migración». El equipo también realizó entrevistas a guías y pescadores locales. Dado que navegan por el atolón durante todo el año para su sustento, pueden tener información esencial sobre los hábitats vitales para la especie, como lugares donde se alimentan, se aparean, crían o se reúnen. La Mokarran Protection Society reunirá después toda esta información local para responder a las hipótesis sobre los motivos por los cuales estos individuos se reúnen en esta época del año en esta zona.

Para Boube, el objetivo a largo plazo está claro: «Pretendemos localizar sus hábitats clave y rastrear sus rutas migratorias para determinar si abandonan o no las aguas de la Polinesia durante su ciclo de vida. Los tiburones están protegidos aquí, en la Polinesia francesa (con una prohibición de pesca de tiburones), lo que significaría que este territorio es una reserva mundial para esta especie. Con las medidas de gestión adecuadas, la Polinesia podría convertirse en un verdadero santuario para el tiburón martillo gigante». Y añade: «Gracias al apoyo de Blancpain, hemos podido desplegar técnicas científicas fiables (fotogrametría láser en inmersiones OC y CCR), indispensables para el estudio de esta especie bajo las condiciones de buceo de Rangiroa. En general, esta contribución ha permitido a la asociación organizarse para emprender su primera campaña de observación, que ha aportado resultados científicos inesperados, y continuar su tarea en una segunda misión».  

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Capítulo 09

PREMIO LITERARIO Blancpain-Imaginist

Blancpain ha creado un premio para honrar la escritura extraordinaria.

Autores del capítulo

LEUNG MANTAO
PREMIO LITERARIO Blancpain-Imaginist
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